Fran Simó

statement

Como artista en el ámbito del arte new media exploro la relación entre hombre y tecnología, poniendo especial atención al área multidisciplinaria de la inteligencia artificial y sus aplicaciones (en lo que se refiere a nuestro sentido de conciencia y vida), las posibilidades del código abierto (open source/hardware), los bancos de datos abiertos o la información que cualquier usuario comparte por error.

A su vez trabajo la fotografía intuitiva. Esta deriva me sirve para captar la esencia de espacios, lugares o situaciones utilizando la ciudad como un inmenso plató. Fotografío a personas anónimas, detalles urbanos o espacios intrascendentes para transportarlos a un espacio/tiempo diferente con el fin de crear nuevos relatos. El tiempo (congelado) y el espacio (georreferenciado) se convierten así en las claves para mis fotografías que voy guardando para crear una cápsula del tiempo. Mis imágenes ocupan un terreno lúdico muchas veces captadas en un estado meditativo que se articula como un juego para explorar el subconsciente.

Presento mis trabajos organizados en series de imágenes, como instalaciones, fotolibros… o creando environments en los que las fotografías aparecen acompañadas de vídeo y/o música. Durante el desarrollo de mi trayectoria he explorado los procesos participativos y colaborativos convertidos en una forma de encuentro para la creación de comunidades y para la divulgación de la fotografía como expresión artística individual y en equipo. Paralelamente he organizado exposiciones, debates, publicaciones, campañas de marketing, etc.

motivación

Ser artista es una adicción y una obligación moral. Una vez que descubres que con una pincelada puedes iluminar una emoción, una idea, una sonrisa, una lágrima o sacudir el cuerpo es imposible dejarlo. Puedes cambiar el pincel, el lienzo y el instrumento, pero una vez que empiezas el camino es imposible entender la vida sin andarlo.

El arte es pensamiento plástico. Un vaivén entre ideas y estética. La belleza de una obra es un orificio en las paredes de la caverna. Si al crear vibras, la onda de ese movimiento encontrará sus armónicos y moverá el mundo.

La firma y la fecha son un accidente que nos puede ayudar a entender cómo aquella persona fue capaz de afinarse, vibrar y cantar en su lengua, época y lugar. Si lo consiguió, sus ondas no tendrán tiempo.

Aunque el viaje no es el destino, sabemos que “al final del viaje siempre hay un espejo”. Una vez que empezamos a caminar tenemos que seguir porque al final nos encontraremos a nosotros mismos.