El verano pasado viajamos a New York. Pensé «¡Verano! ¡New York! ¡Coney Island!». Llevaba en la cabeza grabada una foto de Bruce Gilden. Pero no pudo ser, no hubo ni un día sin diluvio… y volvimos a casa, a la rutina. Dentro de las repetitivas actividades poco glamourosas, a diferencia de los viajes pasados por agua, estaban las actividades de Barcelona Photobloggers, entre ellas, impartir un curso de laboratorio blanco y negro; ordenar la casa y preguntarme qué hacer con los carretes caducados de blanco y negro; ir a trabajar, ir a la playa…
Supongo que en algún momento hasta podemos tener una idea… cogí la Pentax K1000 con el 50mm y un Ilford 125 que llevaba varios años olvidado y fui a la playa a tomar el sol.
Lo importante era el sol, disfrutar de la brisa, el mar y, si veía algo, disparar. Escogí una cámara vieja para no tener que estar preocupado por nada, ni la arena, ni los robos y porqué pensé que con una cámara antigua nadie me tomaría en serio y podría acercarme sin llamar la atención.
Podría haber perseguido a los frikis, habitantes naturales de San Sebastián, pero preferí buscar a mis “compañeros” a las personas normales que iban a pasarlo bien al sol.
Cuando se me terminaron los carretes caducados acabé la serie con mi reflex digital y seguí sin llamar la atención, supongo que habré entendido algún código veraniego o que en la Barceloneta no hay tantos prejuicios. Podéis ver el resto de las fotos, casi sin edición, en mi fotoblog.
Originalmente publicado en el Blog SanDisk de PHEspaña
Actualización del 2011: He agregado una galería de la Barceloneta aquí mismo