He dado masajes desde niño. He aprendido, y sigo aprendiendo técnicas, pero la esencia es tocar con neutralidad desde el corazón y dejarse llevar por ese algo que no podemos comprender y que nos ayuda en todo momento.
Durante el masaje, mi trabajo es abrirme y convertirme en un canal para que la voluntad de nuestros seres se manifieste aquí y ahora.
Desde lo más sutil, como la tameana y la biodinámica craneosacral, hasta el masaje tántrico, podemos explorar caminos para expandir tu conciencia, recordarle a tu cuerpo cómo restaurar su salud inherente o encontrar un momento de paz.
Si sientes el llamado, puedes ver los servicios y precios y llamarme.
¡Que nuestros corazones iluminen el camino!